Luciano Laspina: “Tenemos voluntad de cumplir con los compromisos, pero la capacidad de pago depende de lo que deje este gobierno”

Luciano Laspina: “Tenemos voluntad de cumplir con los compromisos, pero la capacidad de pago depende de lo que deje este gobierno”

El referente económico de Patricia Bullrich alerta sobre los riesgos del canje de deuda que lanzó Massa y advierte que la situación fiscal del país es “dramática”; anticipa el plan 2023.

Luciano Laspina, el referente económico de Patricia Bullrich, una de las presidenciables de Pro, cree que la Argentina necesita un cambio de régimen para salir de la profunda crisis financiera e inflacionaria. Pero le inquieta la herencia que dejará Sergio Massa: machaca con que la situación fiscal es “dramática” y alerta sobre el “creciente” endeudamiento público. Luego de que el ministro de Economía lanzara un canje de deuda por unos $7,5 billones, cuyos vencimientos se producirán en el período 2024-2025, Laspina advierte que, en caso de que la oposición gane los comicios, la capacidad de pago del próximo gobierno dependerá de lo que deje Massa “en términos fiscales y de deuda”. “La voluntad es cumplir con los compromisos, en la medida que tengamos capacidad de hacerlo”, avisa.

 

-¿Por qué el canje de deuda genera un “enorme riesgo” para el país?

-El problema de fondo es fiscal. La deuda es la consecuencia. Y la administración de la deuda son los manotazos de ahogado que va haciendo el gobierno para evitar el estrés financiero de un país quebrado. Ese estrés tuvo su epicentro en junio del año pasado, cuando el BCRA estuvo obligado a comprarse casi dos puntos del producto de títulos públicos para que no colapsara el precio de los bonos. Desde ese momento está con respirador artificial.

Eso ocurrió cuando faltaba más de un año y medio para el cambio de gobierno. Entonces la razón que llevó a eso no fue ninguna incertidumbre por lo que iba a pasar en los próximos seis meses, sino la percepción clara de que el gobierno había hecho una gran expansión fiscal en la pandemia, el “plan platita” del año electoral y un descontrol del gasto del primer semestre de 2022. Eso llevó a una crisis de solvencia. A partir de ahí, el Gobierno ha venido de canje en canje, tratando de administrar.

 

-¿El problema no es el canje?

Luciano Laspina, el referente económico de Patricia Bullrich, una de las presidenciables de Pro, cree que la Argentina necesita un cambio de régimen para salir de la profunda crisis financiera e inflacionaria. Pero le inquieta la herencia que dejará Sergio Massa: machaca con que la situación fiscal es “dramática” y alerta sobre el “creciente” endeudamiento público. Luego de que el ministro de Economía lanzara un canje de deuda por unos $7,5 billones, cuyos vencimientos se producirán en el período 2024-2025, Laspina advierte que, en caso de que la oposición gane los comicios, la capacidad de pago del próximo gobierno dependerá de lo que deje Massa “en términos fiscales y de deuda”. “La voluntad es cumplir con los compromisos, en la medida que tengamos capacidad de hacerlo”, avisa.

 

-¿Por qué el canje de deuda genera un “enorme riesgo” para el país?

-El problema de fondo es fiscal. La deuda es la consecuencia. Y la administración de la deuda son los manotazos de ahogado que va haciendo el gobierno para evitar el estrés financiero de un país quebrado. Ese estrés tuvo su epicentro en junio del año pasado, cuando el BCRA estuvo obligado a comprarse casi dos puntos del producto de títulos públicos para que no colapsara el precio de los bonos. Desde ese momento está con respirador artificial.

Eso ocurrió cuando faltaba más de un año y medio para el cambio de gobierno. Entonces la razón que llevó a eso no fue ninguna incertidumbre por lo que iba a pasar en los próximos seis meses, sino la percepción clara de que el gobierno había hecho una gran expansión fiscal en la pandemia, el “plan platita” del año electoral y un descontrol del gasto del primer semestre de 2022. Eso llevó a una crisis de solvencia. A partir de ahí, el Gobierno ha venido de canje en canje, tratando de administrar.

 

-¿El problema no es el canje?

-El problema no es el canje, sino de naturaleza fiscal. Cuando miramos los números de 2023, la meta con el Fondo se cumplió y fue de 2,4. Cuando sacamos ingresos extraordinarios o contables que aplicó el Gobierno en ese número, el déficit real se acerca más a 4 puntos del PBI. Estamos hablando del déficit primario (antes de intereses). Al 2,4 hay que sumarle medio punto generado por la artificialidad del dólar soja; una contabilización por arriba de la línea de la emisión de bonos CER, que fue 0,6 del PBI; y se pisaron subsidios por 0,2 del PBI a Cammesa. Y el gobierno aplicó un cambio en el régimen de anticipos de ganancias por otro 0,2 del PBI. Cuando sumamos todo eso da prácticamente 4 puntos del producto de déficit primario. Ese es el déficit inercial que deja para este año. A eso hay que sumarle un 0,42% del PBI, según la oficina de presupuesto del Congreso, que aprobaron con la moratoria reciente.

La situación fiscal es dramática y eso está generando la tensión con la deuda. Ahora dijimos que esto iba a pasar cuando discutimos el acuerdo con el FMI. En ese entonces anticipé en una entrevista con este diario que ese pacto nos iba a dejar una bomba de pesos y una aceleración inflacionaria. Eso ocurrió en junio pasado. Entonces, nuestra preocupación son las bombas que deja el gobierno, que se traducen en un endeudamiento creciente y cada vez más oneroso.

 

-¿Ustedes le avisaron al sistema financiero que van a patear o reperfilar esos bonos si ganan las elecciones?

-Nosotros tenemos una voluntad de cumplir con los compromisos. Ahora se necesitan dos condiciones: voluntad y capacidad de pago.

 

-¿No saben si podrán afrontarlo?

-Tenemos voluntad, ahora la capacidad de pago depende de lo que deje este Gobierno en términos fiscales y de deuda. La pregunta que uno debe hacerse es qué sacrificio les vamos a pedir a los argentinos para poder estar a la altura de todos los compromisos. Y esto es lo que venimos diciendo y les hemos dicho a los bancos, que son víctimas del Gobierno, no victimarios. Habría que pedirle a esta gestión entre todos -empresarios, oposición y sistema financiero- que empiece a hacer las correcciones que la Argentina necesita para salir de esta locura. No hemos dicho nada respecto de lo que haremos si nos toca ser gobierno, que dependerá mucho de las condiciones iniciales.

 

-Carlos Melconian dijo que el canje es un instrumento “genuino” y que se “va a usar 500 veces”. ¿Cómo hubieran resuelto ustedes esta encerrona financiera?

-Nuestra principal objeción no es el canje, sino el desastre fiscal que se está dejando. Este mercado está bajo estrés y eso empezó en junio del año pasado. Ese colapso fue por el descontrol fiscal del kirchnerismo que Massa no ha corregido, sino que más bien lo ha mantenido y profundizado. Con la moratoria de 0,4%, me animo a decir que el déficit inercial que va a dejar Massa será más grande que el que Guzmán dejó en el primer semestre.

 

-¿Massa necesitará otro canje antes del 10 de diciembre?

-Sí. Es la única herramienta de administración de pasivos que tiene. Son canjes muy onerosos en términos financieros para el Estado, con una tasa de interés de diez puntos, que es estratosférica y no existe en ninguna parte del mundo. Yo no le voy a dar instrucciones de qué debería hacer. Lo que le pido al Gobierno es que corrija lo fiscal. Aún en un año electoral, es lo que debería hacer un gobierno responsable. Y eso es precisamente lo que no están haciendo. Y medio punto del producto que aprobaron con aplausos refleja que el populismo terminal se quiere ir del gobierno tirando del mantel.

«Salir del cepo debe ser una prioridad desde el día cero; cuanto antes se haga, mejor»

 

-Ustedes quieren que Massa profundice el ajuste. ¿Eso implica devaluar para achicar la brecha cambiaria?

-Analicemos las bombas que deja el Gobierno: un déficit fiscal inercial en cuatro puntos; un déficit del Central que será otro tanto; una brecha cambiaria que, seguramente, va a estar arriba del 100% a fin de año; las tarifas súper atrasadas de vuelta; una pobreza del 40% y una inflación que estará arriba del 120%. Todos esos son los problemas que nos deja el Gobierno.

Ahora las soluciones las tendrán que buscar ellos. La primera es cortar de raíz el problema, que es un déficit fiscal y cuasifiscal que provoca una expansión monetaria descomunal y eso genera una brecha cambiaria, falta de dólares e inflación. Deben corregir las cuentas públicas.

 

-¿Cuánto más se puede sostener ese nivel de brecha?

-Es insostenible. Y solo se sostiene al costo de una recesión creciente.